lunes, 26 de agosto de 2013

De pequeño todo era mejor

Recuerdo aquellos días de mi infancia, aquellos en los que mi máxima preocupación era que una anciana con mala leche me echara la bronca por estar jugando en un solar con los amigos a las guerras fantástica, en las cuales un simple palo de madera podía convertirse en una barita mágica, un tira chinas en una pistola o una piña en una bomba.
Nuestra imaginación no tenía limites, eramos capaces de crear un "pokemon" con una botella y una cuantas bolsas de plástico o pociones mágicas machacando unas cuantas plantas que nos encontrábamos por los solares, siempre recordaré esa planta a la que Jesús llamaba "Caña de azúcar".
Ahora por desgracia todo eso se ha perdido, las personas crecen y maduran, pero en lo mas profundo de mi ser siempre quedará dormido aquel chico tan inocente y revoltoso que daba vida a estas calles tan solitarias que veo ahora por mi ventana.